Performance ritual ecofeminista y decolonial 


Festival Xplore Berlín, dentro de la propuesta “Mining for Meanings”, en colaboración con Micha Stella
25 de julio de 2025 – Malzfabrik, Berlín

Fotografías de grupo de @ufo_logik/ Fotografías de paisaje de Maga

Me invocaron los nombres antiguos, los que aún resuenan bajo el asfalto: Freyja, Nerthus, Idunn, Frigg...
Durante tres días y tres noches dejamos que el cuerpo buscara sus propias genealogías, entre el hierro y la savia. La experiencia comenzó a las 19 h, en una sala recogida junto a Micha Stella, a través de una meditación que conectaba la respiración con una vagina queer, presente en todxs lxs asistentes. Ambas abrimos una veta de sentidos —no en la tierra, sino en la memoria— para extraer lo que el colonialismo y el capitalismo habían enterrado: los lenguajes de cuidado, placer y transformación.

En la magaturgia, inspirada en el Teatro de los Sentidos de Enrique Vargas, propusimos un deambular performativo. Al finalizar la meditación, Micha les invitó a mirar por la ventana: afuera, yo les esperaba.
Me vieron ataviada como chamana decolonial, con instrumentos mágicos aprendidos de mi maestro tolteca Don Artemio Cruz Guzmán: los ayoyotes en los tobillos, un sombrero bordado de Oaxaca, el popozcomitl.
A esta iconografía añadí, como maga anarquista y en la hibridación posmoderna, el ektara/gopichand, instrumento consagrado al femenino oscuro en tradiciones africanas y asiáticas.
Desde el parque toqué la concha marina ritual para convocarles: el llamado de los cuerpos hacia el afuera.

El público descendió y recibió la consigna: iniciar un recorrido íntimo y sensorial por el parque de Malzfabrik, un circuito en forma de ∞ entre dos lagos.
Allí había dispuesto un montaje de Land Art: 44 cartas de gran formato representaban a las diosas germánicas y nórdicas, cada una acompañada por un mensaje, una invocación o una pregunta.
El itinerario comenzaba con Freyja, diosa del viernes (y aquel día era viernes), con la pregunta inaugural:

“¿Cuál es el deseo secreto de tu corazón?”

Las cartas se desplegaban como un mapa oracular, un espacio de deriva y simpoiesis. Los participantes las recorrieron de manera libre, meditativa, guiados por su intuición, para reencontrar los gestos antiguos del saber corporal y colectivo.

Tras una hora de deambular, leer e interactuar con el entorno, los reuní en círculo.
Saqué la lana rosa de Frigg, con la que tejimos juntxs, haciendo nudos que invocaban el vínculo, la paciencia y el hogar.
Comimos arándanos, saboreamos miel, y cerramos el rito con un tejido colectivo en honor a Frigg, la diosa que protege lo doméstico, lo lunar y lo invisible.

En el círculo de la palabra, lxs asistentes compartieron su experiencia: dentro del marco del festival —que explora las sexualidades contemporáneas—, manifestaron haber sentido una conexión profunda con lo erótico desde la intracción, no desde la representación.
Coincidieron en que lo simpoiético y queer también decoloniza y ecofeminiza la sexualidad, al desplazarla de la dualidad macho–hembra y devolverla a un territorio más holístico, donde la penetración deja de ser sinónimo de sexualidad.
Allí, lo sensual, lo poético, lo epidérmico y lo espiritual se entrelazan como caminos legítimos del deseo: una sexualidad sagrada, desjerarquizada y plural, capaz de vincular el cuerpo con la tierra y el cosmos.

Tarot HIDROPOÉTICO

Arte menstrual.

Manuscritos ritualizados